Proyecto Quipu busca reivindicar a víctimas esterilizadas forzadas en Perú.

Se estima que 272.000 mujeres y 21.000 hombres fueron esterilizados en la década de 1990 en Perú durante el Gobierno de Alberto Fujimori.

Miles de los esterilizados en Perú han reclamado pero se les ha silenciado o negado justicia.

 Para hacerlo, nace Quipu –para los incas, cuerdas anudadas utilizadas para transmitir mensajes completos—un documental interactivo que recoge el testimonio de las personas que fueron esterilizadas en todo el país. Iluminar los hechos y crear un archivo de memoria colectiva es el objetivo del proyecto.
Uno de los capítulos más oscuros del Gobierno del expresidente Alberto Fujimori en los 90’s fue el de los 21.000 hombres y 272.000 mujeres que se estima habrían sido esterilizadas contra su voluntad en todo el país.
Las víctimas fueron en su mayoría personas quechuahablantes, de rincones alejados y escasos recursos, así que las pocas denuncias que llegaron a efectuarse fueron archivadas. No obstante, veinte años después de estos sucesos, el proyecto Quipu trae nuevos y reveladores testimonios de peruanas que confirman haber sido esterilizadas. Quipu recoge peticiones de ciudadanos que solicitan se reabra la investigación por estos hechos.

En busca de esa justicia, trabaja la activista Victoria Vigo, a quien hace veinte años le ligaron las trompas sin su consentimiento.

 Por sus propios medios, Vigo inició un juicio contra el doctor que la atendió Nicolás Angulo y le ganó en el 2001. Al médico le dieron tres años de prisión no efectiva y se le otorgó a Vigo una reparación civil de apenas nueve mil soles.

Pese a la gran cantidad de denuncias, la investigadora María Cecilia Villegas acaba de publicar el libro ‘La Verdad de una Mentira’, en el cual asegura que algunas  esterilizaciones fueron mucho menores a las estimadas y que las forzadas habrían sido responsabilidad de los médicos y no de las políticas de prevención familiar y salud reproductiva que se dieron durante el Gobierno de Fujimori.

La reflexión.

Más allá del desacuerdo sobre el número de esterilizaciones realizadas y sobre cuántas de ellas fueron forzadas o voluntarias, el proyecto Quipu está ayudando a visibilizar los casos de miles de personas ue durante 20 años estuvieron silenciadas en todo el país. Para ellas este es el primer paso para encontrar justicia.

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