Una nueva carrera espacial puede estar tomando forma .

El astronauta y geólogo Harrison Schmitt, uno de los últimos en aterrizar en la luna, visitó la Casa Blanca el lunes para apoyar el anuncio, al igual que Buzz Aldrin y Peggy Whitson, quienes registraron un récord de 665 días en el espacio .

Desde el viaje de Schmitt en 1972, solo los chinos han visitado la superficie lunar. El rover chino 'Yutu' se deslizó por la luna en 2013, sin humanos. A pesar de haber sido excluido de la inclusión en la Estación Espacial Internacional, China tiene un ambicioso plan para enviar personas a la luna para el año 2036. El programa espacial indio  también está planeando su propia misión no tripulada a la luna en el primer trimestre de 2018, en un estado muy delgado presupuesto. 

Trump dijo que aterrizar nuevamente en la luna acercará a los estadounidenses al objetivo final de la exploración marciana. 
Agregó que esa misión también sería buena para trabajos e investigación militar. Pero otro país podría derrotar fácilmente a la agencia espacial estadounidense en su propio juego.

El simple hecho de volver a la Luna representa un desafío logístico menor para la NASA, ya que enviaron a 12 hombres a la superficie lunar a fines de los 60 y principios de los 70.

Pero donde la agencia obtendrá el dinero para regresar sigue siendo una pregunta abierta.

La "Directiva de Política Espacial 1" de la Casa Blanca, que Trump firmó el lunes, llama a la NASA a trabajar con "socios del sector privado" para devolver a los astronautas estadounidenses a la superficie de la luna .

"Esta vez no solo plantaremos nuestra bandera y dejaremos nuestra huella", dijo el presidente Trump, "estableceremos una base para una eventual misión a Marte, y quizás, algún día, a muchos mundos más allá".

La idea de poner a la gente en la luna es un cambio para la agencia espacial. En 2010, el presidente Obama dijo que quería que la NASA orbitará alrededor de Marte en la década de 2030 , y que enviará humanos a un asteroide para 2025, con tripulaciones que trazaron los destinos "más allá de la luna".

NO PODEMOS SALIR DE LA TIERRA

Hace unos años, los investigadores localizaron un misterioso escudo en los cinturones de radiación de Van Allen. 

El profesor Daniel Baker, director del Laboratorio para Física Atmosférica y del Espacio, dijo que “…es casi como si estos electrones estuvieran golpeando un muro de cristal en el espacio… estamos viendo un campo invisible que bloquea estos electrones.”
Ante este muro invisible, surgen tres teorías: la primera (la oficial) afirma que este cinturón es el protector de nuestro planeta; la segunda, que nos mantiene presos sin  poder salir por nuestro afán de dominación; y la tercera, y última, que estamos presos, esclavizados, creando una frecuencia vibratoria baja, bajo el dominio de seres interdimensionales.

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