1941- EL ATAQUE A PEARL HARBOUR Y SU TRAMA SECRETA .
1941- EL ATAQUE A PEARL HARBOUR Y SU TRAMA SECRETA
La decision del Japon de atacar ha estado precedida de indisimulables esfuerzos de parte del gobierno de los EE.UU. para provocarlo y consentirlo y poder asi involucrarse activamente en la guerra contra las potencias del eje quebrando la mayoritaria posicion de neutralidad de los estadounidenses. Las razones de este proceder forman parte aun de la trama secreta no revelada del conflicto en la cual tambien esta involucrada Gran Bretaña.
El ataque aeronaval japonés del 7 de diciembre de 1941 que llevó a los EE.UU. a la guerra.
" El 7 de noviembre, el Gabinete de (Franklin Delano) Roosevelt discutió la posibilidad de si los Estados Unidos estaban en condiciones de hacerle la guerra al Japón. El presidente preguntó el parecer de la opinión pública, y (Cordell) Hull contestó que los ciudadanos tenían poca comprensión por los asuntos exteriores. El Congreso sólo se decidiría por una declaración de guerra después de muchos meses de discusión. Roosevelt se encontraba, al igual que cuando su intervención en el Este, ante las barreras constitucionales. No podía tomar la ofensiva, era necesario que el adversario las empezara. Por otro lado, todas las posibilidades de intervenir en los acontecimientos mundiales sin hacer entrar en combate las fuerzas armadas americanas, habían sido agotadas. No existía ningún medio de presión. La política exterior estadounidense había quedado detenida |
Esta nota de Hull despertó la indignación de los japoneses. Kurusu declaró que «equivalía al final. Nomura llamó inmediatamente la atención del secretario de Estado americano sobre sus graves consecuencias. Togo habló «de un chantaje y de una provocación». Togo, que se consideraba personalmente humillado, veía «fracasar miserablemente» varios meses de esfuerzos. Sin embargo, antes de decidir entre la paz y la guerra, el emperadorHiro Hito quería consultar antes al «Consejo de antiguos jefes de Estado» organismo que, desde hacía mucho tiempo, no había tenido ocasión' de dar su opinión. Después del informe presentado por Tojo, solamente tres de estos antiguos presidentes del Consejo de ministros estimaron que no veían razón para recurrir a las armas. El 30 de noviembre y el 1 de diciembre el Gabinete, la Conferencia de coordinación y el Consejo de la Corona decidieron declarar la guerra a los Estados Unidos enviando un informe detallado del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Mientras Togo redactaba este documento se enteró, con gran sorpresa por su parte, que el mariscal Gen Sugiyama, jefe del Estado Mayor general y el gran almirante Osima Nagano, estudiaban la posibilidad de realizar un ataque por sorpresa, análogo al que había tenido lugar en 1904 contra Port-Arthur. Recomendaban no entregar a los embajadores inglés y estadounidense en Tokio la nota que contenía la declaración, hasta pocos minutos antes de lanzar este ataque. Pero Togo se negó haciendo referencia a los precedentes europeos de los dos últimos años y obtuvo la seguridad de que el informe sería entregado personalmente a Cordel Hull por Nomura y Kurusu, el 7 de diciembre de 1941, a las 13 horas (hora local de la capital americana). El texto fue telegrafiado por fragmentos, la víspera, a los dos diplomáticos. Roosevelt y Hull tuvieron conocimiento de los documentos antes que Nomura y Kurusu.
Efectivamente, los americanos estaban en posesión de la clave empleada por el Ministerio nipón de Asuntos Exteriores. Desde hacía varios meses sus rápidas máquinas de descifraje les proporcionaban las directrices y las informaciones más secretas intercambiadas entre las diversas oficinas japonesas. El presidente y sus colaboradores más íntimos sabían, por lo tanto, lo que se preparaba al otro lado del Pacífico, conocían incluso la palabra clave que desencadenaría el ataque: una indicación metereológica emitida por la Agencia de Prensa JAP: «Viento del Este. ¡Lluvia!».
El 7 de diciembre cuando el presidente Franklin Roosevelt declaró por radio que el Japón había atacado, sin declarar previamente la guerra, decía la verdad ya que como consecuencia de una organización defectuosa, Nomura entregó la nota con 55 minutos de retraso sobre la hora prevista. Pero el Gobierno americano no fue sorprendido, dado que Roosevelt ya tenía en su poder el texto de la nota japonesa veinticuatro horas antes y declaró, en presencia de un testigo ocular, a (Harry Lloyd) Hopkins: «Esto es la guerra». |
(Fragmentos extractados de la siguiente fuente bibliográfica).
Libro: La Segunda Guerra Mundial - H.G. Dahms (1966)
Libro: La Segunda Guerra Mundial - H.G. Dahms (1966)
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